A mi madre Margarita Vega Rodríguez

Flor de Carite
un rosario viviente
como el moriviví…


Mi vieja canta al revés

Mi vieja canta al revés
            escribe las penas
de su pasado
y hoy, de lo vivido
canta un Rosario.

Sus letanías son de vida
Fe,
            Esperanza y
Consuelo.

A todos Saluda
con la Bendición
sin nombre,
            sin credo
sea blanco,
            sea negro.

Una taza de café
la endulza con esmero
paseando entre una taza
            y otra te invita
a que te quedes dentro.

Adentro de un corazón
que ama
            no sabiendo,
con la Inocencia
            de una niña
que olvidó el alfabeto
            que sabe escuchar
con el alma del otro
            su propio lamento.


Nanas para una Margarita

Soy camaleón
mimetizo la sonrisa
el gesto anciano
            el espacio vacío
de mi vieja.

Escucho casi
en sombras
            su última bendición,
ahora su mirada habita
la región oculta a la vida
            intermitente
            palideciendo…

A lágrima seca,
pañuelo blanco
de culpa lavado.

Avecilla,
paloma mustia
en ese nido prestado.

Aquellos sus rezos,
Hoy son mis mantras
que me cobijan
colchas mullidas
calentitas,
            suspiros del eco de su voz
                        cantarina,
            voz ahogada…

Hoy eres Luz,
Mi Margarita
            Flor en mi
                        Rostro iluminada…


© José G. Santos Vega

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