Amaneceres de luz

Amaneceres que se fueron llenos de nostalgia.
Amaneceres que crecieron con llanto oculto.
Amaneceres que vivieron el silencio de esta tierra madre.
Amaneceres de dolor, sangre y llanto.
Amaneceres que se fueron con un grito mudo
Hoy con el corazón desbordado, por la emoción de no saber, lo que la vida nos depara.
Chocan los ecos con esa apertura de vida tan llena de ignorancia.     
Se abre el cielo y el niño mira desde la distancia, claridad del día que acompaña.
Bendito verano sanando heridas de corazones llenos de cenizas amargas.
Bendito verano que cubre la sonrisa del anciano, al ver amanecer al alba.
Bendito verano que transita la alegría, por cada rincón de la casa abandonada.
Niños al sol saltando y jugando con ganas, pintando la atmósfera de una vida sana.
Tránsito por la tierra, que tiene esperanza
Hierbas y arbustos reclaman libertad al sol de la mañana.


© Mpiliescritora

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