Amor y poesía (IX): Amor naciente
Los motivos que hacen fluir el éxtasis de la pasión amorosa son innumerables. Uno de los más recurrentes puede ser el obsequio que se materializa en un objeto. Pero hay detalles mínimos, casi imperceptibles, que pueden romper el protocolo e inclinar la balanza hacia el delirio y el deseo. Una simple mirada mantenida unos segundos más de lo establecido normalmente, un contacto casual… cualquier excusa basada en la atracción de la otra persona basta para iniciar el proceso. Podríamos llamarlo, los preludios del amor.
Traigo en esta ocasión dos poemas que hablan de esos instantes previos al frenesí apasionado. Están escritos con diez siglos de diferencia espacio-temporal, pero el trasfondo es parecido, salvando las distancias, los personajes y los contextos.
El primer texto pertenece al poeta andalusí Abu Muhammad Ali Ibn Hazm, nacido en Córdoba a finales del siglo X. En su volumen, titulado El collar de la paloma, Ibn Hazm hace un estudio sobre la esencia del amor. Además de las reflexiones sobre este conjunto de sentimientos hacia otras personas, también incluye en su obra una antología de poemas amorosos. He aquí unos de ellos donde la circunstancia de estar a solas con una muchacha, la oscuridad y el vino son un detonante perfecto para que estalle el amor:
Me quedé con ella a solas, sin más tercero que el vino,
mientras el ala de la tiniebla nocturna se abría suavemente.
Era una muchacha sin cuya vecindad perdería la vida.
¡Ay de ti! ¿Es que es pecado este anhelo de vivir?
Yo, ella, la copa, el vino blanco y la oscuridad
parecíamos tierra, lluvia, perla, oro y azabache. 1En Sobre las señales del amor. Trad. Emilio García Gómez. 2. De Sobre las señales del amor.
Abu Muhammad Ali Ibn Hazm
El segundo poema es de Amalia Bautista, una poeta madrileña que humaniza su poesía con palabras sencillas y profundos sentimientos. Como muchos otros poetas de su generación, Amalia Bautista se preocupa del ritmo en sus versos, como podemos observar en la serie de endecasílabos que componen el poema. En esta ocasión la voz poética es femenina y no es el vino o la oscuridad el motivo del enamoramiento, sino unas «simples» medias negras…
BERKSHIRE
Debo volver a casa, ya es muy tarde,
pero dices «espera, quiero verte
las rodillas con esas medias negras».
Te muestro las rodillas. Me despido
por enésima vez. No quiero irme
ni tú tampoco quieres que me marche.
Me has enseñado fotos divertidas,
los países más raros en el atlas,
tu ajedrez, tus estampas de la Virgen,
tus lápices y alguno de tus versos.
Me has hablado de todo lo que odias
y de unas pocas cosas que te gustan.
Los dos por un momento hemos pensado
que estaban agotados los recursos,
pero mis piernas son definitivas,
y te hacen maquinar en un instante
una historia de amor nocturna y loca 2En Tres deseos. Amalia Bautista. Ed. Renacimiento. Sevilla, 2006.
Amalia Bautista
Si desea consultar los anteriores capítulos de Amor y poesía, puede leerlos en los siguientes enlaces:
– Amor y poesía (I): Introducción
– Amor y poesía (II): Amor paradójico
– Amor y poesía (III): Amor declarado
– Amor y poesía (IV): Amor ilimitado
– Amor y poesía (V): Amor engañado
– Amor y poesía (VI): Amor beligerante
– Amor y poesía (VII): Amor y naturaleza
– Amor y poesía (VIII): Amor sin edad