Caminos de tierra húmeda
En los caminos de tierra húmeda, bajo las ruedas del tiempo, unas lágrimas de otras épocas resurgen en silencio.
A sus lados, tres orillas van secando el lamento con su pañuelo de yerba, con sus suspiros de viento.
¡Que se inclinen los viejos chopos!
¡Que se levante la grama y que pinten los caminos acuarelas del alma!
¿Para qué queremos, la tercera orilla, padre?
Para guardar aquellas lágrimas en una cuna de arcilla, para que cuando al hombre se le olvide llorar pueda tomar esa semilla.
Y volver a sentir en sus pupilas las voces del tiempo.