Cinema
Y te visto de lunas,
abriéndote un cine como los de antes,
en Casablanca o como en aquel verano del 42.
Y te llevo a una sala del swing, danzando la rabia
de Isadora Duncan o de un Fred Astaire,
plasmando cada ansia de sudor en tu traje,
pisando penas con nuestros pies,
ahogándolas en el cuadrante de Radio Moscú o la voz
de Alemania.
Saboreando la exótica comunicación, sintonizamos
cada voz, aún sin entender…
Porque bailamos un mismo son.
¿Qué hay detrás de esa voz?
Una risa, igual un llanto, una passion, la misma canción.
¿Dónde estás Torre de Babel?
Te hemos hecho pedazos.
De ti, ni una sílaba en papel.
Abrimos nuevas funciones para el público en general.
Abriendo nuestra casa sin fronteras,
toda la Historia se hace una,
se compacta en nuestro cinema de la Dolce Vita.