Cosiendo recuerdos
Cómo me gusta verte sentada y en silencio, al lado del viejo pozo del silencioso huerto.
El pozo guarda canciones de limones en deshielo y la hiedra en los rincones hace escaleras al cielo.
Sobre tu kimono, una aguja.
Pasa por el hondón un rayo de hilo, mil tormentas esperan guardadas en un ovillo.
Bajas tu mano de garza hacia la aguja del tiempo.
Buscando el hilo de Ariadna, sonríen cinco claveles de invierno.
Cómo coses los recuerdos en la tela de seda del pasado.
Sobre tu kimono una historia sobre mis ojos, cinco palomas volando.
Cómo me gusta verte sentada y en silencio, al lado del viejo pozo del silencioso huerto.
Texto e imagen © Felipe Espílez Murciano