Diarios de Sentinel: III. Trivial is fun!
«No viajamos para escapar de la vida, sino para que la vida escape de nosotros». Anónimo
La viajera disfruta de un vermut en uno de los bares más concurridos de la Garonne. Lleva dos meses en Toulouse y comienza ya a acostumbrarse a su ritmo pausado y a su bohemia un tanto castiza. Ha hecho nuevos amigos y se distrae hablando de trivialidades, aunque bien sabe que lo superficial, como la mentira, tiene las patas cortas y la vida de una mosca. ¡Pero qué importa eso ahora! La reunión es deliciosa, el vermut también y la compañía de sus nuevos amigos la está conduciendo hacia un olvido muy dulce.
´Os escucho hablar y me siento identificada. Habláis del postre, de la anécdota y del suceso. Seguid, seguid conversando por favor, me incomodan tanto los silencios… Seguid, seguid quitándoos la palabra unos a otros, no me obliguéis a ser yo quien invente la próxima genialidad. Me río cuando toca y evito hablar de cosas serias porque a veces duelen, ¡qué os voy a contar a vosotros! Prefiero charlar de lo que haré hoy, de lo que me ocurrió ayer, del sol que pica y de la cocina de este bar. Reíros conmigo, que esto que voy a contar es inaudito, veréis. Estas croquetas son magníficas. ¡Ey ey ey, un momento! ¿Alguien ha pronunciado la palabra sen-ti-mien-tos? ¿Has sido tú, Marcel? ¡No chafes la sobremesa, hombre! Y sobretodo, no me hagas dudar de mi próxima frase ingeniosa`.
Pero de pronto el ruido de voces se sofoca y ya no hay entrechocar de vasos ni tumulto de multitudes. Y ya solo se escuchan los latidos de su corazón, ese bombear lento y cadencioso que palpita verdades a borbotones.
´Oye, te necesito. Cualquiera de tus aburridas conversaciones sería mejor que esta insoportable levedad del ser. Es que este lugar me hunde, todo es frío aquí, ¿sabes? Y cualquiera de tus caricias me abriría la piel de puro gusto. Verás, es que no tengo a quién contarle esto y me siento un tanto sola. Ya sé que desaparecí de la peor manera, pero estoy segura de que captas lo que quiero decirte, ¿verdad? Anda, ven a mi encuentro estés donde estés, que la noche avanza y me siento cada vez más sola`.
— ¡Garçon, otra ronda de aperitivos por favor!
(Inspirado en Le Filochard, Toulouse, el 6 de mayo de 2016)
© José María Atienza Borge
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