Edición final a dos manos
Acentuamos el texto,
cada oración expone el deseo entrelíneas,
las argumentaciones en contrapeso,
añaden tensión a la trama.
Nos leemos las miradas
callamos al unísono,
yo, que te beso
las páginas,
tú, que me lees las manos.
Tú que me saboreas la coma,
pausa para el concierto a dos manos.
Yo que te palpo el punto,
que pequeño te agiganta,
exclamaciones digitales desde la
traslúcida piel de
tus pétalos.
En la suave página de tu piel,
repasamos los ejercicios,
en nudos nos torcemos
en torrentes de tintas,
colapsamos.
© José G. Santos Vega
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