El Condotiero
Niccolo da Tolentino fue enterrado en el duomo de Florencia, su muerte fue prematura y no en el campo de batalla como hubiese querido, así que su alma nunca estuvo satisfecha con su despedida de este mundo, desde entonces en el silencio de la noche se revela contra su destino y cabalga entre las naves del templo, los cascos de su caballo retumban y se eleva en la gran cúpula de Brunelleschi, entre los condenados que imploran perdón en el Juicio Final de Zuccari, a veces grita entre las obras de Ucello, Donatello o della Quercia. Afirman que han oído cómo dialoga con alguien a media noche cuando la ciudad duerme y se relaja el aire y sus heridas descansan.

Texto e imágenes © Emilio Poussa