El daño
No
No me busques
No me llames
No me encuentres
No me digas
No me claves tus sonrisas
No arrodilles tu mirada ante mi frente
No recuestes tus cabellos en mi falda
No me digas que mis manos te hacen falta
No laceres con caricias imposibles
No desvíes tus caminos a mi encuentro
No susurres fantasías en mi cuello
No suspires por las noches añoranzas
No llores por las horas que ya fueron
No me mates
No me hables
No me beses
No toques lo intocable
No sumerjas pensamientos en mi carne
No busques
porque el que busca siempre encuentra
no plantes esa duda en mi planeta
Que la idea se desliza inocente
y germina como fruto dulce y puro
y termina destronando a todo un reino
No me hables
No me mires
Ni sonrías satisfecho…
Porque sabes que el monstruo está despierto
Porque sabes que el daño…
Ya está hecho.

Texto e imágenes © Josephine Maldonado