Empatía de María Victoria Montemayor
Se te volvieron líquidas las manos,
y el corazón de agua,
rezumaban sentimientos de tu piel,
caían gota a gota chorreando
salpicando la tierra.
El temblor que estremeció tu espalda
resonó como un trueno en tu garganta.
Empatía de tu cuerpo con el día,
con la lluvia que caía alimentando los campos,
con el rayo,
con el ruido de las nubes retumbando.