En mis huesos se afilan los pájaros el pico de María Victoria Montemayor
En mis huesos se afilan los pájaros el pico,
mis manos son el nido caliente que cobija
cuevas, estrellas, piedras y raíces.
En mi garganta vuelan los búhos de la noche,
crecen las amapolas, beben las mariposas,
se deshacen las nubes, se refugian peces,
luciérnagas, estrellas, frutales, libélulas…
Todo cuanto mis ojos miran,
lo que mi piel toca,
lo que entra en mis oídos,
lo que en mi boca sabe:
todo vive conmigo.
Mi corazón es un lugar sagrado
que custodia con fervor a quienes amo.