Háztelo mirar
Después de un año seguía esperando a que la nueva ciudad donde residía le acogiera como se merecía. Otra vez se estaban portando fatal.
Les daría seis meses más y si no se abrían, cambiaría de ciudad.
Ésta era la octava.
Texto © Lucía Santamaría Nájera
Imagen de Pete Linforth en Pixabay