Huellas de Diego de Torres Villarroel
Vida (1752)
Vida (1752)
“Muchos libros hay buenos, muchos malos e infinitos inútiles. Los buenos son los que dirigen las almas a la salvación por medio de los preceptos de enfrenar nuestros vicios y pasiones; los malos son los que se llevan el tiempo sin la enseñanza ni los avisos de esta utilidad; y los inútiles son los más de todas las que se llaman facultades. Para instruirse en el idioma de la medicina y comer sus aforismos basta un curso cualquiera y pasan de doce mil los que hay impresos sin más novedad que repetirse, trasladarse y maldecirse los unos a los otros; y lo mismo sucede entre los oficiales y maestros que parlan y practican las demás ciencias. Yo confieso que para mí perdieron el crédito y la estimación los libros después que vi que se vendían y apreciaban los míos, siendo hechuras de un hombre loco, absolutamente ignorante y relleno de desvaríos y extrañas inquietudes. La lástima es (y también la verdad) que hay muchos autores tan parecidos a mi que sólo se diferencian del semblante de mis locuras en un poco de moderada afectación; pero en cuanto a necios, vanos y defectuosos, no nos quitamos pinta.”
El doctor Diego de Torres Villarroel publicó su libro titulado “vida” en el año 1752. Se trata de un relato autobiográfico en el que da cuenta de su vida, dividida en “trozos”, que así llama el autor a las etapas de su vida. En dicho relato nos explica su linaje, nacimiento, crianza y aventuras, con una soltura barroca de indudable calidad artística, donde, a menudo con tono jocoso y otras veces hosco, va explicitando su carácter contradictorio, en el que lucha su aspecto burgués con el bohemio. Gran admirador de Quevedo, Diego de Torres nos ofrece en esta obra una auténtica delicia literaria.