La historia se renueva
La arena suave acaricia la planta de mis pies. Tu imagen asoma entre las pestañas del pasado como cortina de humo. Una voz en off me recuerda que llevo una eternidad intentando alzar el vuelo, que he mordido el polvo con todo y cangrejos sin haberme zambullido jamás en el mar. ¿Será que siempre amé el arte de lo imposible?, hasta construí una buhardilla en el sótano de mi consciencia, una especie de búnker que logra liberarme de todo resentimiento. Por eso soy tan feliz a orillas de Ningunaparte y me entretengo mirando la caza de tiburones. Sé que tarde o temprano todo pez gordo cae, que la historia se renueva, y los incautos perdonan lo que arroja el océano, cuando la arena suave se viste de marea.
© Roxana Heise
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