La incuestionable calculadora humana

Los muy cinéfilos seguramente reconocerán a la anciana dama de la foto, fotografiada durante la entrega de los Óscar del año 2017. Quizás los que hayan visto la película Figuras Ocultas (Hidden Figures) sepan los nombre de algunas de las mujeres que rodean a la figura vestida de color azul celeste.

Cuando Barack Obama le entregó la Medalla Presidencial a la Libertad, en 2015, dijo de ella:

Katherine Johnson rechazó verse limitada por lo que esperaba la sociedad de ella por su sexo y raza mientras expandía los límites de la humanidad

Efectivamente, este mes quiero dedicar mi artículo a una mujer excepcional, cuando acaba de cumplirse el primer aniversario de su muerte a los 101 años. Se trata nada más y nada menos que de Katherine Johnson, la incuestionable calculadora humana.

Esta mujer se cruzó en mi camino casi a finales de febrero, cuando ya tenía un tema a medio preparar y ya había decidido cambiarlo por la historia de una científica, pero era tan calcada a la de Lisa Meitner (parece ser que es uno de los precios que debe pagar una mujer por dedicarse a la ciencia) que casi me parecía estar plagiándome a mí misma (si tuviese menos memoria, no me pasarían estas cosas). Y en estas vicisitudes andaba yo, cuando descubrí a Katherine Johnson (evidentemente, no he visto la película).

Katherine Johnson de niña

Una mujer afroamericana que nació en el verano de 1918, en Virginia Occidental, en un entorno de segregación racial. No había escuela de secundaria para niños negros en su localidad, pero sus padres (un granjero y una maestra) eran partidarios de la educación y durante el curso escolar la familia se trasladaba a una ciudad donde podrían estudiar. Allí pronto destacó por su capacidad para las matemáticas y obtuvo el apoyo de varios profesores afroamericanos que habían sido pioneros en saltarse barreras segregacionistas. Se graduó a los 14 años en matemáticas y fue la primera estudiante afroamericana en conseguir un posgrado. Y posteriormente una de los tres afroamericanos en acceder a la Universidad de West Virginia. En 1937, Katherine obtuvo el título universitario en Matemáticas y Francés con los más altos honores (suma cum laude) y durante dos años se dedicó a la docencia en escuelas públicas para la comunidad negra. En 1939, tras casarse con su primer marido James Goble, abandonó la docencia y se matriculó en un programa de posgrado en matemáticas. Abandonó un año después cuando se quedó embarazada y quiso dedicarse a su familia. Tuvo tres hijas de este matrimonio.

Katherine Johnson

Pasados unos años decidió dedicarse a las matemáticas de investigación. En 1953 en la NACA (precursora de la NASA) buscaban mujeres afroamericanas para el departamento de Guía y Navegación y Katherine fue escogida junto a Dorothy Vaughan y Mary Jackson. Era la época en la cual las computadoras llevaban faldas (frase de nuestra protagonista). Pero allí también existía la segregación racial y las chicas afroamericanas eran obligadas a trabajar, comer y usar servicios que estaban separados de los de sus colegas blancos. Su oficina estaba etiquetada como Colored Computers (computadoras negras). NACA cerró el grupo de computación negro cuando en 1958 la agencia se convirtió en NASA y adoptó el uso de computadoras digitales. Aunque en la instalación se terminó con la segregación las formas de discriminar continuaron más sutilmente. Sin embargo, ella ignoró esta situación y peleó firmemente, por ejemplo, cuando pidió que le dejaran acceder a las reuniones informativas con altos mandos de la NASA, a las que nunca había asistido una mujer, o cuando insistió en firmar como coautora los informes que escribía junto con el ingeniero Ted Skopinski, siendo la primera calculadora de la División en conseguirlo.

Yo terminé el trabajo y lo firmé. Fue la primera vez que una mujer de nuestra división puso su firma en algo. (K. J. 1960)

Katherinen Johnson haciendo cálculoos

Si eres un aficionado a la astronomía y a los viajes espaciales conocerás los hitos de los comienzos de la carrera espacial: el primer vuelo de Alan Shepard (1961), el proyecto Mercury (1961), la órbita alrededor de la Tierra de John Glenn, las misiones Apolo (especialmente relevantes las del XI y del XIII). Pero tal vez no sepas que, con reglas de cálculo, papel cuadriculado y calculadoras de escritorio, detrás de esos eventos están las ecuaciones de Katherine (una labor que normalmente sólo realizaban ingenieros blancos).

Shepard tuvo cierto control en la altitud de su vuelo suborbital (el de Gagarin fue totalmente automático). El cálculo de su trayectoria y la ventana de amerizaje fueron realizados por Katherine Johnson. Dibujó también mapas de navegación para los astronautas por si se produjese algún fallo electrónico.

Es muy conocida la siguiente anécdota (totalmente real). Cuando se realizó el vuelo de John Glenn la NASA ya usaba computadoras electrónicas para calcular las trayectorias, pero el astronauta no se fiaba de poner su vida en manos de las máquinas y exigió que Katherine supervisase los cálculos de la computadora, que si la chica no daba el visto bueno él no volaba. Durante más de un día y medio de duro trabajo, Katherine realizó manualmente todas las ecuaciones de las trayectorias y autorizó el trabajo de la computadora, para alivio de John Glenn.

Ella consideraba como el mayor logro de su carrera los cálculos que realizó para ayudar a sincronizar el módulo lunar, que descendía sobre la superficie del satélite, con el módulo de mando y servicio, que se quedaba orbitando la Luna. Su tarea también consistía en calcular el momento en el que el módulo lunar Eagle, del que descenderían los astronautas, debía abandonar el satélite para que su trayectoria coincidiese con la órbita que describía el Columbia y pudiera así acoplarse a él para regresar a la Tierra. Al año siguiente, los protocolos de emergencia y las cartas de navegación desarrollados por Katherine ayudaron a que la tripulación del Apolo 13 pudiera volver sana y salva a casa tras el fallo de la misión.

Más tarde trabajó directamente con computadoras digitales. Su capacidad y reputación por la exactitud de sus cálculos ayudaron a establecer confianza con la nueva tecnología. Y hasta su jubilación en 1986 trabajó en el Programa del transbordador espacial, el satélite de recursos de la Tierra, y en planes para una misión de exploración a Marte.

Murió el 20 de febrero de 2020 a los 101 años.

Ha sido coautora y/o autora de 26 informes de investigación, considerados de los más importantes de la NASA y ha recibido innumerables galardones:

  • El 5 de mayo de 2016, le dedicaron formalmente las nuevas instalaciones de investigación en informática Katherine G. Johnson en el Centro de Investigaciones de Langley en Hampton (Virginia), en conmemoración del 55 aniversario del histórico lanzamiento de Alan Shepard.
  • Premios de la NASA en los años 1967 (2), 1971, 1980, 1984, 1985 y 1986
  • Doctor en Leyes Honorario, de la Universidad Estatal de Farmingdale, 1998
  • Exalumnos más destacados del año de la Universidad Estatal de Virginia State Occidental, 1999
  • Doctorados Honorarios en Ciencias de Universidades de Virginia y Maryland (2010 y 2006)
  • Medalla Presidencial de la Libertad en 2015

Una mujer extraordinaria, inspiradora para un colectivo que debe luchar contra las barreras de género y de discriminación racial. Como afirma una profesora de químicas, admiradora de Katherine:

Katherine Johnson, la computadora humana, fue la tercera mujer afroamericana que obtuvo un doctorado, ayudó a la NASA a llevar a un astronauta a la órbita y después contribuyó a llevarlos a la Luna. Me inspira con su legado pionero, por haber traspasado barreras y desafiado las normas como profesora y mujer de color

Y aquí acabo mi relato. No me gusta escribir sobre personas cuyas vidas se han llevado a la pantalla; existe el evidente riesgo de salir perdiendo en la comparación. Pero en este caso, Hollywood rescató su figura (y las de sus compañeras) del anonimato y el ostracismo. Bienvenidas sean, pues, las benditas figuras ocultas.

Nos vemos el mes que viene. Gracias por estar ahí.


Fuentes y Referencias:Instituto de Astrofísica de Canarias (Sandra Benítez Herrera), Mujeres con Ciencia, Actualidad aeroespacial, El Diario, Cadena Ser, El País (Antonia Laborde), Foro histórico, National Geographic (Nadia Drake, Tucker C. Toole), El Periódico, BBC, El Mundo (Ángel Díaz), ABC, La Vanguardia, Wikipedia, 39ymas,

© Carmela Pérez Nuñez

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