La seducción de la novela

¿Te acuerdas cuando nos conocimos? Hacíamos fila en la biblioteca. Eras brillante, como ahora. Invitabas a elegirte y sentarse contigo entre las margaritas del campo. Tienes mundo adentro y a menudo un par de ojos lo adivinan. Te observo partir hacia la alquimia. Escucho maravillas al regreso, muchos son los que logran treparse del arco iris con  tus historias.

Pienso en que estoy lleno de problemas. Qué bendición que alguien quiera resolverlos a la sombra del mandarino poblado de azahares, con su cuaderno de matemáticas en el regazo. Pero no, quedo siempre viéndote a tí salir…

Cada vez que nuestras tapas se tocan los trinos se cuelan por toda la biblioteca.

© Lucía Borsani
Imagen de Foundry Co en Pixabay