La vida que fluye

Comenzamos el nuevo año y es hora de pagar deudas pendientes, es decir, de completar ese tema que dejé a medias hace unos meses: el agua. En esa ocasión me encontré con una cantidad de contenidos y de ramificaciones y no me pareció oportuno apilarlo todo en un solo artículo. Me limité a hablar de las propiedades físicas y químicas de este sorprendente y fascinante líquido. Ahora toca charlar sobre el resto. Sólo basta echar un vistazo a diferentes culturas antiguas como para adivinar su importancia a lo largo de la historia de la humanidad. Tanto mesopotámicos como el Génesis, pasando por los inuits del Ártico o los kuba del Congo consideran a las aguas, asociadas al caos y al desorden, el germen de la vida ayudada por un dios creador. Pero a ninguna de ellas les interesa ni explican su origen.

planeta tierra

Los científicos actualmente intentan aclarar su procedencia física existiendo dos tipos de teorías. Por una parte, se propone a cometas y asteroides cargados de hielo como la fuente del abundante suministro de agua del planeta. Por otra, según los últimos estudios, la mayoría del agua podría haber estado desde el principio de la formación de nuestro planeta. Ambas teorías no son excluyentes sino complementarias.

Visto desde el espacio nuestro planeta destaca por el color de los océanos, que ocupan el 70% de la superficie terrestre. También se sospecha que en el interior -incluyendo manto y núcleo- existe una cantidad aún mucho mayor, quizás equivalente a muchos océanos, y que actuaría de lubricante en la tectónica de placas además de reciclar el CO2 de los volcanes y mantener al planeta caliente. Si este nació como un planeta rocoso, el agua tuvo que llegar más tarde, después que el planeta se hubiese enfriado. Durante muchos años se aseguró que se debía al bombardeo de cometas y asteroides helados sobre el joven planeta. Pero en los últimos estudios (por ejemplo, los de la nave Rosetta de la ESA en 2014) se ha descubierto que el agua de los cometas contiene mucho más deuterio que la de la Tierra; por su parte, el agua de los asteroides sí que tienen una proporción similar de deuterio, pero su tamaño y las cantidades de agua que contienen sólo podrían ser viables si hubiesen llegado de manera masiva. Esto podría haber sido posible con la teoría del gran viraje, ocurrido en los comienzos de formación del sistema solar, cuando Júpiter se acercó al Sol cruzando la zona del cinturón de asteroides.

Respecto a que el agua se formase junto al resto del planeta, la ligereza del hidrógeno siempre ha llevado a los científicos a suponer que debió de llegar más tarde (el oxígeno ya se encontraba en la creación de las rocas). También en los últimos años se han descubierto un tipo de meteoritos (EC, condrita de enstatita) que parecen haberse formado más cerca del sol que los otros tipos de meteoritos; contienen el suficiente hidrógeno como para haber cedido el triple de lo que se necesitaba para la formación de nuestros océanos. Su composición isotópica de hidrógeno y nitrógeno es muy parecida a la del manto terrestre y la cantidad de deuterio de su agua coincide con la del agua en el interior de la Tierra, aunque no con la de los océanos. Por eso es muy factible que ambas teorías se complementen para explicar el origen del agua terrestre.

ciclo del agua

La superficie terrestre está ocupada en un 70% por agua, un poco menos de 1400 millones de metros cúbicos, una milésima parte del volumen del planeta, que en su mayor parte se encuentra en estado líquido (mares, océanos, aguas subterráneas, ríos, arroyos, lagos y fuentes); en estado sólido, en los casquetes polares, banquisa y glaciales mientras que una cantidad ínfima (0’001%) es vapor atmosférico. Este último, a pesar de su escasísimo volumen es de importancia crucial, ya que asegura un suministro permanente de agua a las regiones de la superficie continental alejadas de los depósitos principales.

Este cantidad total de agua se mantiene constante desde hace unos 30 o 40 miles de años gracias a una serie de procesos llamados ciclo del agua, un ciclo geobioquímico con escasas reacciones químicas, ya que el agua sólo se traslada de unos sitios a otros o se limita a cambiar de estado. Este procedimiento está activo desde hace unos 3500 millones de años, es circular y se desarrolla a escala planetaria. Se divide en ciclo interno y ciclo externo; el externo se inicia con la evaporación de las aguas superficiales. A medida que asciende el aire humedecido se enfría y el vapor se transforma en agua, es la condensación. Las gotas se agrupan formando las nubes y más tarde caen por su propio peso, la precipitación; si la atmósfera es cálida caerán gotas de lluvia, si hace frío entonces nevará o granizará. Una parte de ese agua que cae en la superficie terrestre será aprovechada por los seres vivos, otra parte se deslizará por el terreno hasta llegar a un río, lago u océano (la escorrentía).  Otra cantidad se filtrará en el suelo formando los acuíferos o capas freáticas, la infiltración.

tormenta

Por su parte, el ciclo interno comienza cuando las aguas de origen magmático, formadas por reacciones químicas en el interior de la Tierra, salen por los volcanes y por las fuentes hidrotermales uniéndose a las externas, y se acaba cuando las aguas oceánicas penetran hasta el manto por las zonas de subducción de las placas tectónicas.

El ciclo del agua tiene una interacción constante con el ecosistema, necesita de una atmósfera poco contaminada y de un cierto grado de pureza del agua, de lo contrario cambiarán los tiempos de evaporación y condensación, y esto dificultaría el ritmo del ciclo. El movimiento constante del agua es responsable de regular los climas, la temperatura y la humedad de un sitio, la erosión del terreno y de transportar sustancias de un lugar hacia otro. Porque la cantidad es constante pero su disponibilidad no. Nos encontramos con dos problemas acuciantes: la cantidad y la calidad de las aguas. Sólo el 3% del agua de la Tierra es potable y actualmente ya existen 2000 millones de personas que habitan en países con escasez de agua y unos 4000 millones no tienen acceso a ella por lo menos durante un mes al año.

grifo de agua

Las actividades humanas que más alteran el mencionado ciclo son: las prácticas insostenibles de la agricultura (incluyendo la ganadería, la irrigación y la acuicultura), las actividades industriales sin control, la desproporcionada extracción de agua de ríos y pozos, la indiscriminada tala de los bosques que produce desforestación, alteraciones en la composición química de la atmósfera, el aumento de la población, cambios en los patrones de consumo, excesiva demanda de los países considerados desarrollados, influencia de factores como el cambio climático, etc. Hoy en día existen dos vías para paliar la escasez: la reutilización de las aguas y la desalación, aunque esta última supone un gran gasto de energía.

Respecto a la calidad de las aguas, esta se ve afectada por contaminantes como pesticidas, purines, detergentes, desechos industriales, sustancias de síntesis difícilmente detectables como microplásticos, sustancias químicas como medicamentos… Casi un tercio de la población mundial carece de un suministro de agua potable gestionado de forma segura y más de 800 millones de personas viven sin un sistema básico de abastecimiento. Estas aguas contaminadas ocasionan multitud de enfermedades a quienes las consumen como diarrea, disentería, cólera, poliomielitis, fiebre tifoidea… Sólo la diarrea produce más de medio millón de muertes anuales.

frutas

Llegados a este punto, quiero pararme a enumerar los beneficios para nuestro organismo que implica la ingesta de agua y así poder apreciar la importancia de la falta de ella en la vida diaria: elimina toxinas y sustancias de desecho, alivia la fatiga, permite un mejor funcionamiento de los órganos, previene las migrañas y los dolores de cabeza, ayuda en la digestión, evita el estreñimiento, mejora el estado de la piel, produce sudor para mantener la temperatura corporal durante el día, hidrata los músculos reduciendo el riesgo de calambres y esguinces, puede reducir el riesgo de padecer cáncer de vejiga, una hidratación adecuada influye en el correcto funcionamiento de los riñones y del sistema inmunológico, reduce el riesgo cardiaco, evita el mal aliento y disminuye las enfermedades dentales, acelera el metabolismo, ayuda a metabolizar mejor la grasa, mejora la retención de líquidos…

También aportamos agua al organismo con la alimentación. Se consideran alimentos ricos en agua aquellos con un contenido mayor del 70% de su peso. Rábanos, sandías, tomates y zanahorias en crudo, nabos y coliflores cocidos, lechugas, coles, espinacas, pepinos, espárragos, melones y fresas contienen un 90% de agua.

Espero haber explicado suficientemente bien la importancia del ciclo hidrológico para la vida. Un ciclo que es global y, por tanto, los esfuerzos para protegerlo también deben serlo. Comenzando con una mejor eficiencia y control de las redes de distribución que evite las pérdidas en canalizaciones y tuberías obsoletas y sin mantenimiento (en España actualmente es cercano al 20% anual, según fuentes del INE). Ampliar el uso y las redes de distribución de agua regenerada, mejorar la gestión de los embalses para mejorar la calidad del agua en origen, que repercutirá en los tratamientos de las potabilizadoras. Hay que impulsar las tecnologías ecológicas y la economía circular para racionalizar el consumo y compensar el crecimiento constante de la actividad al que tiende por inercia el mercado.

También creo que es de una gran importancia mejorar la gestión del agua mediante una política realista y efectiva para desarrollar y preservar el medio, impulsar el conocimiento con la investigación de las partes que intervienen en el ciclo del agua y sus interacciones, y apostar por el desarrollo tecnológico capaz de optimizar la demanda en la agricultura, que representa casi el 80% de las demandas de agua a nivel nacional y mundial.

Acabo el artículo con la siguiente tabla con el consumo aproximado de agua de las acciones cotidianas y diarias que realizamos, principalmente para ser conscientes del uso y posible abuso de nuestro estilo de vida. Sois vosotros los que podéis decidir sobre el posible ahorro a conseguir con unos pequeños cambios.

ActividadConsumo de agua
Lavar la ropa60-100 litros
Limpiar la casa15-40 litros
Limpiar la vajilla a máquina18-50 litros
Limpiar la vajilla a mano100 litros
Cocinar6-8 litros
Darse una ducha35-70 litros
Bañarse200 litros
Lavarse los dientes30 litros
Lavarse los dientes (cerrando el grifo)1,5 litros
Lavarse las manos1,5 litros
Afeitarse40-75 litros
Afeitarse (cerrando el grifo)3 litros
Lavar el coche con manguera500 litros
Descargar la cisterna10-15 litros
Media descarga de cisterna6 litros
Regar un jardín pequeño75 litros
Riego de plantas domésticas15 litros

Nos vemos el mes que viene y mientras tanto, cuidaros mucho, os necesito ahí delante.


Fuentes y Referencias – Alex Kydd Photo, BBC, BBVA-Open Mind, Concepto.es, Ecología Verde, EcuRed, Elsevier-Offarm,  Fundación Aquae, Iagua, Invdes.com, La voz del Muro, Lumière de l’Atelier, Muy Interesante, National Geographic, Ocean Sentry, Peñaclara, Rodney O’Callaghan Photography, Rodrigo Rod, Tomás Moro, Significados.com, Steemit, Swimtonic technology, UnComo, Whatawonderfulworld – Photography, Why so BluE and a touch of BroWn, Wikipedia, Yannis Larios – Photographer


© Carmela Pérez Nuñez

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