Leo y me canso
Leo y me canso, si escribo me voy leyendo y es divertido ver cómo se desplaza la pluma con su tinta azul, o negra sobre el papel blanco, o color hueso. En papel sin líneas es mejor ¿cómo es que diría Juan Ramón? Eso de una hoja en blanco literalmente es libertad, es como transitar sin carriles una carretera mojada, subvertir la dictadura del orden escritural, la compostura de saberse escribir como buen alfabetizado, adentrarme a una espiral sin norte. No hace falta que me leas, esto que tienes ante ti es sólo una transcripción, apenas un boceto, de lo que queda oculto allá en mi cuaderno de notas para recordar(me). No tienes, ni tendrás idea de mi trazo personal de hormiga inquieta subiendo y bajando de pensamiento en pensamiento, la mirada extraviada evocando el suceso, observando modos, posturas y decires ajenos, los posibles relatos, uno que otro poema sobre una servilleta, las nubes y las mariposas amarillas cual letras doradas sobre el tapiz celeste a través del cristal de aquel café, aquella soleada mañana de sábado.
© José G. Santos Vega
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