Los créditos. No te saltes la intro, por favor

“Veo los títulos como una forma de condicionar a la audiencia, para que cuando empiece la película el espectador ya esté emocionado con ésta”. Con esta frase de Saul Bass, el padre de los títulos de crédito, empezamos a abordar uno de los aspectos más difíciles para los diseñadores de películas y series de televisión, que no es otro que conseguir que el espectador lea, conozca y se interese en todas las personas que han trabajado y han hecho posible lo que está a punto de ver.

Vamos a hacer un corto paseo por la historia de este elemento de diseño que forma parte del cartel de la película y, por supuesto, nos acompañará Saul Bass que ha sido el gran artista e inspirador con obras que seguro que el lector recordará. No perdamos más tiempo y empecemos con la polémica.


El hashtag #Dontskipthetitles

Últimamente, sobre todo en las nuevas plataformas de streaming, tenemos disponible una función denominada de varias formas pero con el mismo resultado final, que no es otro que saltarse los escasos segundos destinados a los títulos de crédito.

Efectivamente, a principios de 2017 Netlix introdujo una herramienta en su plataforma para que los usuarios pudieran saltarse los títulos de crédito, lo que como era de esperar no sentó nada bien a los diseñadores de créditos que iniciaron una campaña a través de las redes sociales bajo el hashtag #Dontskipthetitles.

Lo cierto es, que como muchos de ellos dijeron, los créditos no son sólo una forma de respetar el trabajo de los que han hecho posible la realización de una película, sino que han alcanzado tal nivel que nos permiten imbuirnos en lo que va a pasar, en los personajes, en la atmósfera. Pensemos que algunos de estos títulos tienen personalidad propia, son como un sello distintivo y seguro que al decir esto, mi querido lector ha pensado en “La Guerra de las Galaxias” y sus míticos títulos de crédito que se despliegan hacia el centro de la pantalla.


Los orígenes

En los primeros momentos, en el nacimiento del cine, los títulos de crédito eran diseñados por dibujantes de forma verdaderamente artesanal. Normalmente, estos títulos de créditos se escribían sobre fondo negro.

En la década de los años 20 el panorama cambió de la mano del expresionismo alemán. ¿Quién no recuerda los maravillosos créditos sobre dibujos que eran verdaderas obras de arte como en El gabinete del doctor Caligari o Metrópolis, con estas formas sinuosas y tipografías de formas puntiagudas?

Títulos de crédito de la película Gabinete del doctor Caligari

Otro hito para recordar es, como no, Lo que el viento se llevó que fue una de las primeras películas en la que los títulos de crédito aparecían sobre imágenes reales.


La aparición de Saul Bass

Pero si alguien se preocupó de los títulos de crédito ese fue Saul Bass quien trabajó con directores como Otto Preminger, Billy Wilder,  Stanley Kubrick, Martin Scorsese o Hitchcok.

Antes de la aparición en escena de Saul Bass, los proyeccionistas no le daban demasiada importancia a los créditos, salvo las honrosas excepciones en los años 20 que hemos citado anteriormente.

Era tan poca la importancia que se les daba a los créditos, que los proyeccionistas cuando salían los créditos en pantalla, a menudo ni siquiera subían el telón, de manera que el espectador sólo oía la música.

Pero el panorama estaba a punto de cambiar cuando Otto Preminger estrenó su película El hombre del brazo de oro que trata sobre un músico de jazz adicto a la heroína interpretado, nada más y nada menos que por Frank Sinatra. En las latas que contenían la película podía leerse una advertencia “Proyeccionistas: Subir las cortinas antes de los títulos”

Saul Bass hizo una animación con los títulos de líneas blancas sobre un fondo negro que se cruzaban hasta formar finalmente un brazo, y este dibujo sustituía al rostro de Frank Sinatra, ya que sirvió para el cartel de la película. Arriesgado el romper la tendencia de poner en cartel al artista del momento para sustituirlo por una imagen minimalista y austera.

Títulos de crédito película El hombre del brazo de oro

Pero funcionó y tanto es así que repitió con Anatomía de un asesinato, con la silueta de un cuerpo desmembrado que fue animando hasta completarlo con el título de la película sobre las piernas y el tórax.


Podemos decir que Saul Bass introdujo la animación en los títulos de crédito para convertirlos en parte de la película. Inició un estilo minimalista basado en el contraste de colores y en formas geométricas. Y toda esa innovación sedujo al propio Hitchcock que le pidió que trabajase con él.


Saul Bass y Hitchcock

Fruto de esa colaboración son numerosos trabajos de los que destacan dos. El primero fue la colaboración en la película Vértigo y sus magistrales títulos de crédito, combinaciones de imágenes reales, juegos de animaciones basados en espirales en movimiento que la película relacionaba con imágenes como el moño de Kim Novak o el abismo al que estaba a punto de precipitarse James Stewart.

Cartel película vértigo

Fantástico, también, el cartel de la película. Hace poco, visionando la serie La maravillosa señora Maisel, recreada en el Nueva York de los años 60, en un despacho de trabajo de uno de los protagonistas podía verse el cartel de Vértigo. Prueba de que se ha convertido en un icono de su época.

La segunda colaboración fue en la película Psicosis. La famosa escena de la ducha, no sólo nos ha inquietado a millones de personas, no cabe duda que existen escenas más realistas y sangrientas que ésta, pero lo cierto es que la primera vez que se visualiza esta escena resulta aterradora y perturbadora, creo que todos hemos pensado en ella alguna vez en la ducha. Pues bien, también fue la culpable de acabar con el tándem de  Saul Bass y Hitchcock, ya que ambos se discutieron la autoría del diseño de la escena durante un tiempo.

Sea como fuere la escena queda para la historia


Después de Saul Bass

Después de Saul Bass, los créditos se consolidaron a manera de spot publicitario que crearon incluso personajes propios, como por ejemplo la pantera rosa que nació de los créditos de la película homónima de 1963.


Más tarde vinieron los créditos generados por ordenador sobre escenas reales, aunque esto… digamos que ya lo había inventado Saul Bass en los créditos de West Side Story.

Títulos de crédito de wed siide story

Y así hemos llegado hasta hoy, que como ya le he comentado a mi querido lector, parece estar de moda “saltar intro”. Espero que este artículo sirva para hacerle pensar, si quiera unos segundos que duren los créditos, para que la próxima vez les ponga un poco de atención a los mismos, a su configuración, a la atmósfera que le llevará a una aventura, a una nueva historia, y sobre todo a dar el respeto que merecen a todas esas personas que están detrás de que nosotros pasemos un buen rato. Gracias a todos ellos. Os leeremos…

© María Ángeles Espílez Murciano

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