Mirando por la ventana de Felipe Espílez Murciano
Fuera, el aire se escapa fugitivo de la sangre de las cerezas.
Dentro, las alas de un suspiro abanican a una promesa.
Fuera, una sombra de lirios y un árbol de fresas.
Dentro, diez jazmines amarillos descansan sobre la mesa.
Fuera, persiguiendo un aroma perdido, dos golondrinas moradas.
Dentro, una luna de pergamino tendida sobre la cama.
Fuera, sonríen peces traslúcidos en un río de aguas desmayadas.
Dentro, una dalia sin destino se duerme sobre tu espalda.
Silencio, silencio, que la noche se apaga,
silencio, que ya se ha dormido la dalia.
Texto e imagen © Felipe Espílez Murciano