¿Nadan? Sí, pero indudablemente también vuelan…

Nací cerca del mar, sé que lo sabes, pero insisto por si acaso lo dudas aún. Mis recuerdos de niñez se centran invariablemente cerca del mar, casi siempre en la misma playa, rebozada en arena, con el salitre modelando costras sobre mi piel; con las olas revolcándome y la arena formando culeras dentro de mi bañador, esos pañales habituales de un mundo casi anfibio. El mar. Como cualquier niño de costa, aprendí mucho antes a bucear que a nadar. Burbujas que te rodean, que te atrapan en su red, cosquillas en las entrañas, ese agua que se cuela por la nariz, hasta parece que la puedas respirar. El mar. Quizás por eso me fascina tanto la vida bajo él, el embrujo de ese mundo escondido a nuestra visión humana. O tal vez tuve una existencia anterior, una en la que yo poseía branquias y aletas. Quién sabe. Venimos del mar, quizás también acabemos en él.

¿Tienes ya preparadas las gafas de buceo? Porque nos vamos a sumergir, porque es hora de volver a bucear. Las temperaturas comienzan a subir, calientan las aguas y este artículo quiero dedicarlo a unas criaturas que gustan de mares cálidos y que, a pesar de su tamaño, son la delicadeza hecha pez. Pero, vayamos poco a poco, que ese es mi estilo (al menos eso quiero creer).

Este mes le ha tocado el turno (uff, mi lista de espera cada día es más larga) a la manta raya, conocida en el mundo científico como Mobula birostris pero sólo desde 2017, anteriormente fue Manta birostris, cosas de la ciencia y de los avances en la investigación. Son peces elasmobranquios (igual que los tiburones), lo que significa que su esqueleto no está formado por huesos sino por cartílagos (por favor, con lo fastidiados que están los míos últimamente y yo, empeñada en hablar de ellos) y tampoco tienen escamas sino una especie de placas dérmicas que les proporcionan un tacto muy áspero y que en la antigüedad se usaban como papel de lija. De hecho, elasmobranquio deriva del griego y significa placas de metal. Una de las primeras dudas que me surgieron al comenzar a recopilar información fueron las diferencias entre mantarrayas y rayas, que en muchas webs no estaban bien definidas. Llega un momento en que no se sabe si cuando hablan de mantas rayas realmente hablan de ellas o de otras especies de rayas. Hasta he estado tentada por comprarme un par de mantas rayadas o con rayas, una tarea más fácil y con unos resultados más alentadores que los que estaba consiguiendo.

manta raya

Porque, y no es que quiera hacer spoilers, el misterio y el desconocimiento rodean a este animal. Sabemos muy, muy poco sobre ellos y como hay otras muchas especies con necesidades urgentes de protección, mucho me temo que pueda llegar un día en que desaparezcan sin que aún hayamos descubierto todas sus posibilidades y circunstancias. Están consideradas sólo como especie vulnerable pues realmente ignoramos cuántos especímenes existen en el planeta y si están o no en peligro de extinción.

Sólo conocemos que son enormes, pacíficas y que realmente vuelan majestuosamente dentro del agua, pues eso es lo que parecen hacer en lugar de nadar. Podría intentar describir cómo son sus movimientos, pero creo que lo mejor es observarlas…


Parece mentira que un animal tan inmenso (alcanzan más de 8 metros de envergadura y más de 1400 kg de peso) pueda poseer esa gracilidad y armonía mientras se mueve. Ya he comentado que son pacíficas, pero esto no significa que no sean peligrosas, pues dado el volumen corporal que tienen un desplazamiento inesperado y fortuito pueden producir accidentes tanto en embarcaciones como buceadores. Les gusta la presencia de estos últimos, tal vez las burbujas que salen de las botellas de oxígeno les hagan cosquillas. Nadar con ellas es una experiencia extraordinaria y esto es un más que excelente potencial turístico, el cual si es convenientemente regulado puede convertirse en la salvación de esta especie. En este mundo actual, lo que no produce dinero no tiene interés de conservación.

manta raya

Suelen vivir en los mares tropicales y subtropicales, en zonas someras, aunque se han observado ejemplares a más de 40 metros de profundidad; de nuevo toca decir que ignoramos hasta donde pueden sumergirse.

Poseen un cerebro muy grande respecto al tamaño de su cuerpo, con áreas muy diferencias, destacando el de su cerebelo (que en los mamíferos es el responsable de funciones cerebrales complejas y avanzadas); alrededor del cerebro tienen una tupida red de vasos sanguíneos que les permite autorregular su temperatura corporal, dato que acentúa la sospecha de que puedan alcanzar mayores profundidades de las observadas.

Se alimentan principalmente de plancton (como su pariente el tiburón ballena) y posiblemente también de calamares y pequeños peces (mi sempiterna duda de si la información no me estará mezclando datos de otras especies). Como los tiburones, suelen ir rodeados de peces rémoras que aprovechan los restos de su alimentación y encuentran cobijo; también como ellos, el macho tiene un órgano transmisor de esperma (clasper) compuesto por un par de penes.

Es una especie con muy poco dimorfismo sexual, aunque las hembras suelen ser un poco mayores que los machos y hay mucho menor número de ellas. Quizás por eso, exista una gran competencia a la hora del apareamiento, tal vez el único momento en que estas criaturas desarrollen un comportamiento agresivo. Durante el cortejo (en el que pueda haber incluso muertes), varios machos persiguen a la hembra. Al final, el ganador agarra una de las aletas de ella entre sus dientes y presiona su vientre contra el de ella, flexiona uno de sus claspers y lo introduce en la abertura de la hembra. La copulación dura unos noventa segundos. Son ovovivíparos, los huevos se incuban dentro de la madre por un tiempo desconocido (entre 9 y 12 meses, incluso más) y suelen tener una o dos crías , ignorándose cuándo y dónde las paren, aunque los pocos registros que existen indican que lo hacen en aguas poco profundas y que las crías miden entre 1,2 y 1,5 m al nacer. Entre cada embarazo podrían tomarse un año de descanso para recuperar fuerzas. Ya veis, las incógnitas continúan estando presentes en este artículo.

Y por eso existen muchas leyendas urbanas como que tienen un aguijón venenoso en la cola (totalmente mentira) o que reposan sobre el fondo marino. Este último detalle se desmiente porque al igual que los tiburones, las mantarrayas respiran obteniendo el oxígeno del agua que pasa por sus branquias. También por esto, nunca duermen y los investigadores intentan descubrir si logran desconectar alguna parte de su cerebro (como pasa con los delfines) durante parte del día con el objeto de descansar.

manta raya

Ya estoy finalizando. Pero aún quiero contaros unas cuantas cosas más. Parece que no hacen migraciones, pero tampoco podemos asegurarlo. Pueden vivir más de 50 años, incluso hay datos que podrían acercarse hasta los 100 años. No he podido comprobar si existe más de una especie de mantarraya, pues en algunas webs me mezclan la manta raya con la raya de Munk (un pariente) y describen comportamientos que podrían ser de ambas o sólo de estas últimas. Y con ello me refiero, principalmente, a los saltos que dan fuera del agua, con un gran estruendo (se oyen a decenas de kilómetros) y originados, para variar, por motivos desconocidos; podrían deberse a reclamos sexuales, huida de predadores, desparasitación e incluso métodos de caza. Secretos que acentúan el hechizo que irradian. Como si realmente son gregarias o prefieren vivir en solitario. Lo dicho, enigmas seductores de un ser totalmente fascinante. Organismos que te hacen desear reencarnarte en ellos. 

Y hasta aquí he llegado por este mes. Pero no me he quedado satisfecha, de las mantarrayas necesito saber más, mucho, muchísimo más. Es evidente que tendré que esperar un largo tiempo; mientras tanto, os prometo que en un futuro (ya veremos si cercano o no, que yo quiero seguir dando mucho la lata en esta revista) os prometo contaros cosas de sus primas, las otras rayas, que también merece la pena conocerlas. Nos vemos a principios de mayo, y mientras tanto, cuidaros mucho, que os necesito ahí delante (o enfrente o donde os apetezca, pero siempre cerca). Sed felices, sale gratis y merece la pena, os lo juro por Snoopy.


FUENTES Y REFERENCIAS – AFP Español (Santuario Indonesia), Agencia EFE México, Alberto Díaz, BBC (Jody Bourton), Bioenciclopedia, El Universal, Fondear.org, Frans de Waal-Public Page, Jorge Auil, Manta Catalog Canary Islands, Mantarrayapedia, Marine Pixels-Underwater Photography (Claudio Di Dio, Andreas Zen, Jack Israel), Mundo en Fotos, Muy Interesante (Sarah Romero), National Geographic, New Atlantic Wild, Oceana, Pescaderías Coruñesas, RTVE (Pepe Cervera), Wall Street International Magazine (Clemente Balladares Castillo), Wikifauna (Planetas de animales.com, Encarta enciclopedia), Wikipedia (FishBase, A. Marshall, M. B. Bennett, G. Kodja, S. Hinojosa-Alvarez, F. Galvan-Magana, M. Harding, G. Stevens, T. Kashiwagi, William T. White, Shannon Corrigan, Lei Yang, Aaron C. Henderson, Adam L Bazinet, David L. Swofford, Gavin J. P. Naylor)


© Carmela Pérez Nuñez

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