Nueve Semanas y Media Junto a un Macho Latino suelto en París. Quinta semana
Sin trabajo ni ediciones algo tendré que hacer, dijiste, una mujer más, una menos: el trabajo de gigoló estará bien por un tiempo. Como si tuvieras defensa ante Dios. ¿Cuál Dios? Lo siento; olvidé que eres ateo, agnóstico, inclemente. ¡Qué mierda; eres poeta para colmo de males! y tus besos son metáfora sobre mi cuerpo desnudo, tus caricias ponen punto aparte al dolor de no tenerte una vez más.
Habíamos bebido, aún no me resignaba, la necesidad, tú sabes, tiene cara de hereje. Será sólo por un tiempo, la costumbre todo vence. Quizá no era necesario haber llegado tan lejos. Me tomaste con fuerza, no opuse resistencia; lo hicimos medio borrachos, ardiendo en el puto infierno que una vez nos convocó.
Continuará…
© Roxana Heise
Imagen de S. Hermann / F. Richter en Pixabay