Paisaje de Mantua
Faltan todos, los cirios, las palmas, el incienso… en su lugar el Palacio Ducal ha sido invadido por símbolos de la buena suerte que reivindican ser reescritos, como las serpientes o las manzanas que no son las del pecado, son de oro, del jardín mágico, al fondo el magnífico lago de Mantua perfumado de frutas y flores.
Una variación de la gran obra de Andrea Mantegna “El Tránsito de la Virgen”, hermosa, eterna y definitiva obra de arte que se conserva en el Museo del Prado.

Texto e imágenes © Emilio Poussa