Palabras desde el laberinto. Jorge Castro

Palabras desde el laberinto, el último libro publicado por el  compositor y cantautor Jorge Castro, es un recorrido interior y personal que busca respuestas vitales, apoyándose en una naturaleza onírica (a veces, sueño como un árbol) 1En «PROMESAS DE UN TIEMPO NUEVO» de Jorge Castro, perteneciente a su libro Palabras desde el laberinto., yendo tras la senda de la luz (la breve luz que sueño acariciando sombras) 2En «EL NUDO» de Jorge Castro, perteneciente a su libro Palabras desde el laberinto., e intentando llegar a la verdad para captar el aroma del mundo / dentro de un vuelo de luciérnaga. 3En «VIEJAS LUCES» de Jorge Castro, perteneciente a su libro Palabras desde el laberinto. En medio de este itinerario introspectivo, surgen estados extáticos de purificación producidos por la creación y la recreación de la palabra y de la música:

Cuántas veces he creído encontrar respuestas
a las preguntas que anhelo,
o simplemente,
un espacio de silencio en el que descansar
de mi propia existencia
a través del arte de las musas
. 4En «EL ARTE DE LAS MUSAS» de Jorge Castro, perteneciente a su libro Palabras desde el laberinto.


El libro se divide en cuatro partes. La primera, titulada «DENTRO», recoge instantes en los que la voz poética expresa sentimientos vivos y encontrados, manteniendo una actitud inquieta y expectante ante la espera de respuestas vitales a través del tiempo cósmico.

Destaco aquí uno de los poemas que se incluyen en este bloque para apreciar el carácter íntimo y subjetivo de sus anhelos, expresado como un sueño surrealista para liberarse de ataduras que le permitan poder vivir.

EL ANTIGUO MENSAJE DE LOS ALMENDROS

Vivía muerto de frío
por llevar un collar
de alacranes hambrientos,
coronados de nieve,
que hacían estallar con sus escamas
el sueño remoto de los hombres.
Destrozado por la arena,
navegaba entre las sombras
con su cáscara de espinas
y despeñaba su cuerpo
contra el gris envoltorio
de un regalo roto,
solo quien sabe escuchar
descifrará el antiguo mensaje
de los almendros,
y él quiso verlo.
Destrozó sus harapos

hechos con la tinta seca de la usura,
dibujó caminos
para así dejar salir las hormigas de sus sangre
y despreció la firme promesa de comer
a cambio de la vida.
Decidió fundir su coraza
–custodiada por siete candados de cera–,
se abrió en canal para que volaran
los mirlos anudados de su pecho
y no dijo nada más;
saltó de su levedad
y salió al mundo
. 5En «EL ANTIGUO MENSAJE DE LOS ALMENDROS» de Jorge Castro, perteneciente a su libro Palabras desde el laberinto.


En el segundo bloque de la obra, denominado «HORIZONTE», accedemos a un universo donde el poeta convive con una naturaleza interiorizada, a veces abstracta y a veces generadora de un éxtasis de silencio y paz.

LOS VEO BAILAR

[…]Cruzando sin más mi mirada
en el plomo rojizo de la tarde,
desdibujan el viento para bailar,
quizás, en otros ojos o en otras lunas,
o tal vez esperen en silencio para volver
a cubrir mi mente con retazos de nada,
rompiendo las invisibles formas
que me separan de ellos
. 6En «LOS VEO BAILAR» de Jorge Castro, perteneciente a su libro Palabras desde el laberinto.

PROMESAS DE UN TIEMPO NUEVO

[…]A veces, sueño como un árbol,
y a veces sonrío y mis manos
quieren ir detrás de las golondrinas
y parece que el tiempo que dibujo
alimenta mis raíces desde lo más profundo
de una tierra que creí yerma
. 7En «PROMESAS DE UN TIEMPO NUEVO» de Jorge Castro, perteneciente a su libro Palabras desde el laberinto.


«CATARSIS» es el título del tercer apartado de la obra de Jorge Castro, donde hace un alto en su recorrido indagatorio para introducirse en el mundo creativo (el arte de las musas)  8En «EL ARTE DE LAS MUSAS» de Jorge Castro, perteneciente a su libro Palabras desde el laberinto. y reflexionar sobre la importancia de la música, el sonido, el silencio y la palabra. La música, una de sus grandes pasiones, es como un oasis que nos ha de salvar / de la sombra implacable del mundo. 9En «EL OFICIO NUESTRO DE CADA DÍA» de Jorge Castro, perteneciente a su libro Palabras desde el laberinto. Y es a sus profesores y amigos, algunos de ellos fallecidos, a los que dedica algunos de sus poemas.

Como ejemplo de esta catarsis a la que Jorge Castro llega con sus versos, transcribo el siguiente poema perteneciente a este bloque:

UN BREVE REMANSO DE LO INASIBLE

Escuchaba las notas del piano
como si fueran un milagro.
Solo quien ha vivido
sabría describir la verdadera
fragancia de las horas,
del vuelo de unas manos
dispuestas a ser aire,
aunque al final, el tiempo
no es más que un fino espejo
que nos hará besar la tierra.
Todo. Incluso la música,
aunque nos dé una breve
visión de lo inasible.
Mis ojos siguen embarrados,
quizás tan solo pueda curarlos el mar
. 10En «UN BREVE REMANSO DE LO INASIBLE» de Jorge Castro, perteneciente a su libro Palabras desde el laberinto.


Como si de un círculo mágico se tratara, el poeta vuelve a los orígenes –»ORIGEN» es el título del último capítulo–, retorna a las reflexiones y sensaciones vitales que lo han acompañado durante todo el poemario. La búsqueda de un itinerario donde la luz es horizonte sigue, es el nexo final (el último reducto) 11En «EL ÚLTIMO REDUCTO» de Jorge Castro, perteneciente a su libro Palabras desde el laberinto. donde parece haber encontrado un final eclécticamente positivo:

EL FINAL DEL CAMINO

[…]En este caos que llamamos mundo
quedan lugares donde reponer pétalos marchitos,
espacios donde tomar asiento
y descubrir el eterno refugio que nada remueve;
donde no existe tiempo ni lugar,
tan solo una absoluta calma
. 12En «EL FINAL DEL CAMINO» de Jorge Castro, perteneciente a su libro Palabras desde el laberinto.

De este apartado final destaco un poema que describe un especulativo instante vital entre el poeta, que busca refugio, y el agua, como el seno generatriz de su universo.

TAN SOLO

El agua permanece intacta
a pesar de las mareas
y jamás deja nada para sí,
dándonos una lección de vida y poesía.
Nunca termina de latir
aunque le falten las alas
y me acepta en su regazo
como una madre que se olvidó de llorar,
que descubrió el antiguo milagro
de borrar cicatrices con su baile infinito;
un retorno perpetuo al origen del mundo
en su febril efervescencia.
Es allí donde no existe el tiempo
y descubro un jardín plagado de postales
y rostros venidos de lejanas horas,
y es entonces cuando dejo de buscar
destellos de luz en las ásperas
manos de la noche;
tan solo soy un instante
que derrama su cuerpo en el óleo rojizo
que refleja el cielo
. 13En «TAN SOLO» de Jorge Castro, perteneciente a su libro Palabras desde el laberinto.

Mis felicitaciones a Jorge Castro por este nuevo trabajo, una nueva y personal aportación al mundo de la creación poética que tendrá la excelente acogida que se merece.


© José Luís Pérez Fuente

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