Roma
En Roma no puedes pasar dos veces por la misma calle porque siempre son distintas, puedes oír el bullicio de la época imperial, dejarte acariciar por el aire respirado por Galileo o Giordano Bruno, pisar donde pisó Miguel Ángel, el divino Rafael o la Lozana Andaluza, cruzar una calle al anochecer y que el viento que te golpee sea el levantado por Caravaggio huyendo de una reyerta, tropezar con Bernini discutiendo con Borromini, tocar la piedra que tocó Keats, descubrir a un carbonario oculto y conspirando, ver la sombra de Alberti por via Giulia construyendo un poema, y el cine…
Sin duda Roma es un lugar mágico.

Texto e imágenes © Emilio Poussa