Seguridad

-Estoy encantada. Desde que nos pusiste en la urbanización las alarmas, ningún robo.

– ¡Curioso!

-¡El mejor dinero invertido!

– ¡Seguro!

-Es caro, muy caro, lo pasamos mal para mensualmente afrontar otro gran gasto, pero da tanta seguridad…

-¡La mejor inversión!

-Pues sí. Oye he oído que te has comprado un par de chalets y otro coche.

-Bueno, me va bien. No puedo quejarme.

-Y tú ¿Has puesto alarmas en los chalets?

-No, de momento no. Ya sabes en casa de herrero… Ah, te dejo que tengo prisa.

Se alejó con la sonrisa en los labios. Se acercaba la hora del robo. De volver a captar futuros clientes.

Texto © Lucía Santamaría Nájera

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies