Sembrar unicornios de Carmen Nöel y Santiago Asensio

El verdadero protagonista de Sembrar unicornios es el tiempo. Los personajes de la novela se deslizan por la ciudad de Madrid a mediados del siglo XIX y en los años treinta del siglo XX, pero, a pesar de sus enamoramientos y conspiraciones, es el tiempo quien domina a sus caracteres y el que hace que todo permanezca. De esta manera, pasan los años y perviven las condiciones políticas y sociales, a la vez que lo hace el más elegante instrumento de seducción porque el arte puede vivir para siempre, sin envejecer.

En medio de las mayores convulsiones, las obsesiones profundas se convierten en la única realidad que nos sostiene. La frustración, la soledad, el abismo del desamor, todo se diluye ante el recuerdo mágico de la belleza que nos alcanza, como un secreto.

En una magistral danza literaria, los dos autores han logrado aunar sus estilos y sus talentos para ofrecer al lector esta exquisita joya de la narrativa.


Con ocasión de la presentación del libro Sembrar unicornios de Carmen Nöel y Santiago Asensio, tuvimos la oportunidad de poder acercarnos a los autores para que nos contasen, de primera mano, sus impresiones sobre su nueva obra.

Hacía frío aquella tarde en Madrid, pero poco importaba. Sobre todo a Carmen y a Santiago, que desprendían todavía la emoción de su nueva obra, ese calor que transmite el escritor cuando presenta su último libro. Un calor de nido, casi de madre.

Momento entrevista
Dos instantes de la entrevista conversando animadamente con los autores antes del comienzo de la presentación
Momento de la entrevista

Santiago se apresura a dar a conocer la metodología seguida: “El ejercicio que hemos hecho al escribir este libro no es nada común. El texto está hecho entre los dos. Carmen ha escrito los capítulos impares y yo los pares”

Santiago quiere abundar en este aspecto y sigue diciéndonos que la sistemática seguida tiene pocos precedentes: “La trama está entrelazada entre los dos autores”

Se nota que está satisfecho con el resultado, que ha disfrutado al escribir, satisfecho de su colaboración con Carmen: “Si te puedes coordinar bien, consigues las fortalezas de los dos”

Santiago Asensio

Carmen ratifica la idea con la mirada. Aún les queda la complicidad que han tenido que ejercitar para realizar este trabajo en común, entre los dos; ese ejercicio de generosidad que supone llevar a cabo una obra artística con otro, intentando no disturbar el genio del otro, intentando que el otro brille más que uno, porque así es un trabajo entre dos.

Enseguida nos surge la duda de si son reconocibles los estilos de ambos, si el lector es capaz de identificar a cada uno de ellos. Carmen, ha indagado sobre esta cuestión y nos aclara: “Los que nos ha leído reconocen el estilo de cada uno.” Y Santiago añade que “Al principio, los estilos de cada uno están claramente definidos, pero conforme avanza la novela, se aprecia una aproximación mutua hacia el otro, confluyendo los estilos”

Carmen Nöel

“No sé cómo lo hemos hecho porque somos escritores muy diferentes” Apuntilla Carmen, aunque se aprecia que la pregunta es retórica “Es un ejercicio de generosidad y control del ego, muy difícil.”, prosigue Santiago.

Y la conversación sigue con la pasión que echan sobre la mesa los autores. Tanto es así que, a veces, descansaba la mano sobre el mantel y me parecía acariciarla.

“Terminado el capítulo, la otra parte hacía sugerencias sobre el escrito”, añade Santiago. Y Carmen, siguiendo las palabras de su compañero, añade: “Terminado un capítulo, uno piensa que el otro va a seguir por un camino determinado, el que le acabas de sugerir y, sin embargo, te sorprende con una salida inesperada, lo que te obliga a seguir por otro camino que el que habías pensado”

Santiago se nota con ganas de puntualizar algo: “Trabajar con una mujer es muy interesante porque aprecias matices que un hombre no puede apreciar desde su perspectiva y viceversa”

Carmen Nöel

Los miro por un momento alternativamente a los dos. Ellos saben que los admiro, y que estaría con ellos horas, pero advierto que la hora de la presentación se aproxima y no quiero que se apuren por llegar tarde. Así que les vuelvo a mirar y me comprenden perfectamente, me dan el resumen de la charla:

“Es una experiencia muy enriquecedora. Para hacerla una vez en la vida”

“Somos mejores amigos que al principio”

Que importa quien fue el dueño de cada frase. Los dos pensaban igual. Y la tarde continúo su curso porque, según creo, según me cuentan, la tarde se paró para oirles.

Acto de presentación del libro
La presentación del acto la realizó el presidente de la Casa de Aragón en Madrid, José María Ortí

Al final del acto, los autores firmaron sus libros ante un numeroso público que abarrotó la sala. Era la última intervención de una tarde magnífica. Cuando el escritor escribe sobre su escrito. Una cosa que solo los escritores pueden hacer. Como cuando se riega cuando llueve. Una cosa que solo los jardineros saben hacerlo.

Santiago Asensio

Después las luces se apagaron y se cerraron las puertas. ¡Quien sabe, si dejamos sembrado algún unicornio!


Texto y fotografía © Redacción de Encima de la niebla

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