Siempre te besaré
Nunca dejaré de besarte, aunque me duela todo mi ser. No paro de pensar en ti, pero por dentro quiero morirme. Recordándote consigo ignorar sus palabras, los golpes, los insultos… y siento un cosquilleo al convertir en tus caricias los calambres de cada sesión de electroshock. Para superarlos, olvido que estamos en 1956 e imagino cómo sería nuestra vida si nos dejasen tener futuro.