Silenciosa de Carmen Nöel
Silenciosa. Suave. Plomiza.
Cae lentamente mi alma
como una nieve de sombra.
Sus dedos marchitos y torpes
arrancan del rosal
las más cruentas espinas
para fijarlas entre las cuerdas del arpa.
Los arqueros de la noche ya la anuncian
y arrastran, con sus oscuras saetas,
una infinita cadena de lágrimas.
Todo gira entorno de un abismo
y el abismo gira incansable hacia sí.
Como una dama escondida
la luna se escapa.
Su pálido nombre se pierde en el viento
y hay un rumor que susurra por los rayos tristes,
por las hebras rotas,
por cada sueño olvidado y perdido.
Por ella.
Por mí.
Llora incansablemente mi alma
bajo una nieve de sombra.
Silenciosa. Triste. Sola.
Inexplicablemente dormida.
Llora.
© Carmen Nöel
Imagen de Florian Kurz en Pixabay