Sol y mar

Hay personas a las cuales les podemos mostrar todo lo que somos, que con una sonrisa derrumban todas esas paredes que construimos, y también nos pueden liberar; aunque debemos ser nosotros mismo quienes derrumbemos miedos, la ayuda nunca cae mal.

Sol y Mar

Vienes aquí, desnuda frente al mar, no es tu cuerpo lo que muestras mujer es el alma lo que aflora más que tu piel.

Vienes como un monstro devorador, devoras lagrimas que pensé ya secadas, devoras muertos pasados de mi alma y con olas también arrastras los malos recuerdos.

Allí, junto al mar, tambien olvide aquello que no sabía recordar hasta que lo olvide y creo que parte de tu desnudes me sacudió.

Ven, ahora que estamos aquí reflejemos la puesta de este sol, aunque mejor absorbamos esta luz y soltemos nuestro brillo al amanecer, y en ese instante acaricia con esas alas azules lo que queda de este alma, que de un momento a otro se acabará de romper, para contigo, fuego y cenizas renacer.


© Lizette García Jiménez

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