Sueño imposible de un esposo
Darme jamón en trocitos, acariciarme, recibirme pletórica al llegar a casa, besarme en el morro, dormir acurrucado a su lado y cuando sea necesario recogerme las caquitas con amor… Ese sería mi deseo de esposo: “que me trate como al perro”.
Texto © Lucía Santamaría Nájera