Torresfuxias de Olmosviejos (un pueblo terapéutico)
Cuando la gaviota y la rosa,
el búho y la hierbabuena
no estén en tu presente.
Yo estaré contigo.
Y te haré escuchar
el viento, la brisa
y el arrullo del mar.
Y te haré sentir y vivir
el sol en tu piel
como un agua sin fin.
Cuando la calle y el árbol,
el pasillo y la alcoba
no estén en tu presente.
Yo estaré contigo.
Y te arroparé
en sábanas de comprensión,
y escucharé tus latidos.
Y te haré la comida
con esas especias
de pasión y vida.
Y te haré el amor
mirándote a los ojos
y encontrando tu candor.
Cuando la ausencia en ti
sea constante
y no conjugues pasado y presente.
Yo estaré contigo.
Cuando todo en ti se ausente
y quede solo tu mirada
en la distancia
envuelta en el vértigo,
en la inocencia
Yo estaré contigo.
Y ahora, con calma
me sentaré a tu lado
y desnudaré tu alma.
Y ahora, despacito, despacito,
te cogeré las manos
apenas sin quebrar el silencio.
Y…, ya siempre estaré contigo.
Y ahora, cuando ya todos se hayan ido,
cuando esté tras la puerta
que me impida escuchar tu latido
…yo siempre estaré contigo.
© Emilio Meseguer Endériz (de su libro “Torresfuxias de Olmosviejos (un pueblo terapéutico)”