Triunfo de los locales
Inspirado en la composición musical ´La Gloria`, del grupo Gotan Project.
Una jornada épica en el Estadio José Zorrilla,
lleno absoluto en las gradas de la capital del Pisuerga
y un once cultural de máximo nivel sobre el césped.
Arranca Ángel Vallecillo con la pelota,
un auténtico camaleón, un innovador de las letras,
que cede la pelota a Marta Andrés,
intensa y musical, siempre genuina y verdadera,
una auténtica promesa.
Marta quiebra con facilidad a la defensa
y encuentra a Teresa Martínez,
maestra de las luces y del colorismo,
virtuosa en su manera de reflejar las calles de Valladolid,
que toca para Gellida, César Pérez Gellida,
el escritor que de pronto hace enmudecer al estadio
con un magistral Memento Mori de novela negra.
César le hace un túnel entre las piernas al defensa
y la cede para Ana Otero, pucelana de corazón, bravísima Ana,
dos veces candidata a los Premios de la Unión de Actores,
que combina al toque con Nacho López,
principal activo vallisoletano durante los peores trances de la pandemia,
cuando regaló arte y talento de primerísima calidad en el Teatro Lara de Madrid.
¡Impresionante!
Nacho pasa en corto para Dora García,
magistral Dora, artista internacional de la performance y lo audiovisual,
Premio Nacional de Artes Plásticas 2021, una auténtica maga,
que deja el esférico suavemente a los pies de Diego del Pozo,
otro genuino talento de las artes, dominando el medio campo
al toque de ´El Erotismo lo funde todo`
y pasa en largo para Reyes Calderón,
prolífica autora de la genial saga MacHor.
Reyes golpea hacia la línea de banda, donde encuentra a Daniel Muriel,
formidable exponente del talento más fresco frente a las cámaras.
Daniel cabecea al centro del área, donde aguarda el Trío de Sal Gorda,
que, haciendo alarde de ese duende flamenco que los caracteriza,
la dejan al toque para los Celtas Cortos,
malabaristas indiscutibles de la fusión y el mestizaje,
los eternos muchachos de Instituto Delicias,
que hacen vibrar a la ciudad entera
con sus más de dos millones de discos vendidos.
La banda dribla con maestría a dos defensas
y se la cede al genio Félix Cano Valentín,
veteranísimo maestro del retrato nacido en 1930,
pintor de mundos y de sueños imposibles,
que eleva la pelota al cielo y…
¡Sí, sí, va a tirar!
Sí, se prepara para sorprender al guardameta.
¡Y… goool!
¡Goool inapelable de la cultura vallisoletana frente al pan y circo del siglo XXI!