Veintinueve poemas para el Palacio de Liria de Guillermo Arróniz López
Guillermo Arróniz López acaba de publicar Veintinueve poemas para el Palacio de Liria, en la Editorial Flores Raras. Es un poemario dedicado a las obras que se exponen en dicho palacio –pinturas, tapices, esculturas…– que recoge algunos de los muchos textos que Guillermo ha ido creando y divulgando durante las visitas guiadas que él mismo dirigió en los meses pasados.
No se trata solamente de “una representación verbal de una representación visual” (o écfrasis); es una reseña breve sometida a las reglas del soneto y, por lo tanto, una difícil tarea que Guillermo supera con creces. En ocasiones se permite hacer una descripción contextual, histórica; en otros momentos interpreta el significado de la obra, la intención del autor o la personalidad del personaje retratado.
Sus poemas recurren al juego de contrastes, sobre todo de colores y luces, pero también experimenta con la realidad reflejada en las obras y el futuro que aguarda a las personas ilustres que describe.
Destaca en muchos casos la admiración que Guillermo Arróniz profesa a los artistas y el trato respetuoso a todos los personajes.
Paso a transcribir uno de los sonetos para poder apreciar lo dicho anteriormente y disfrutar de la creatividad de nuestro amigo y poeta, junto con la obra correspondiente, en este caso de Goya.
MARQUESA DE LAZÁN
Goya
Marquesa de Lazán, vuestro retrato,
al alba del gran siglo diecinueve,
parece reflejar un alma leve,
con gracia singular y de alto trato.
Diría yo que a Goya le es muy grato
el cutis rosicler de pura nieve,
el negro en la mirada nada breve,
y el busto sensual, no timorato.
La pose, la frescura… quizás todo,
seducen por los ojos a mi mente.
En este cuadro hay algo diferente
que no puedo explicar de un claro modo.
Hay vida en vuestra osada juventud…
mas hay también un poso de quietud…
